jueves, 31 de enero de 2008

El valor de la vitivinicultura

No es nuevo decir que Mendoza es la tierra del vino y que la vitivinicultura es la industria madre de nuestra provincia. Pero sí que la frase se ha repetido tanto que muchos ya no se detienen a analizarla.

La primera prueba es lo casi obvio: la cantidad de tierra cultivada con vid. No hace falta recorrer mucho el territorio provincial para notar que las viñas son más comunes que los edificios (aunque la superficie inculta de la provincia sea mucho mayor).

Segundo, lo más obvio: la tradición vitícola que ha hecho a Mendoza sinónimo del vino a nivel nacional e internacional.

Tercero: lo más cercano: no hay mendocino que no sienta a la industria como propia.

Pero si se necesitan números para probar su importancia, helos aquí:

De las 295.557 hectáreas que forman la superficie cultivada de la provincia, al 2006, 156.570 hectáreas correspondían a viñedos, es decir, el 52,62%, cifra que ha crecido durante el 2007.

Según datos del Fondo Vitivinícola de Mendoza, la vitivinicultura emplea a 230 mil personas, de forma directa o indirecta, y por eso representa el 22% de la población económicamente activa.

Además, durante el año pasado, las exportaciones de vinos, uvas, pasas y mosto representan el 25% de la provincia, sólo superado por los derivados del petróleo (que significan un 37%).

Pero incluso estos datos no tienen en cuenta los ingresos por enoturismo, que para Bodegas de Argentina en el último año creció un 25%.

Pero quizás lo más importante es que el vino representa nuestra identidad. Un valor que no tiene precio, que no representa ningún número pero que crece y aumenta con los años.

Mendoza es vino. Y lo digo con orgullo de vivir en esta tierra. ¿y eso no es valor?

lunes, 28 de enero de 2008

La alegría es sólo brasilera

La relación amor-odio que Argentina establece con Brasil es tan ambigua que mientras que en cada clásico de fútbol los insultos se elevan, también lo hacen las exportaciones de todo tipo al país amazónico.

Brasil no es sólo un ávido comprador de productos argentinos, sino es el mayor comprador y, mientras los cereales y los vegetales se adquieren en cantidades astronómicas, el vino avanza a paso lento (pero firme, según se pensaba) ya que los brasileros consumen sólo 1,88 litros de vino al año per cápita.

Pero cuando el futuro se veía cada vez más promisorio, Brasil lanzó una noticia que dejó a todos con la boca abierta: quiere cobrar un impuesto a la importación de productos agrícolas, entre los que estaría el vino.



La noticia cayó como bomba, sobre todo porque se conoció al mismo tiempo un informe que dice que la venta de vinos argentinos había crecido un 40,18%, mientras que Chile (datos de International Consulting Brasil).

El impuesto sería de 10 reales por kilo de uva (alrededor de $20), lo que elevaría los costos de las exportaciones argentinas de vino y mosto.

Por supuesto, Bodegas de Argentina fue la primera entidad que puso el grito en el cielo, y ya está buscando aliados para encontrar la forma de evitar que este impuesto afecte a la bebida. Sobre todo porque saldría a través de un decreto.

Esto perjudicará a cientos de productores que vieron en el país sudamericano la fuente de todas sus riquezas.

Por otro lado, ferias como Vinotech (8 al 11 de abril) y Biofach (16 al 18 de octubre) siguen acaparando la atención de las bodegas, que esperan que este impuesto no se decrete.

Seguramente el decreto nunca se hará efectivo porque, entre otras cosas, contradice al MERCOSUR y a la Organización Mundial del Comercio, pero seguramente es un buen momento para tomar el consejo que siempre me da mi vecino (ese que tiene más propiedades que el aloe vera): “Hay que poner los huevos en distintas canastas”.


viernes, 25 de enero de 2008

¿Buenos Aires es la tierra del vino?

Este verano las bodegas mendocinas (y de todo el país) han decido utilizar a Buenos Aires y a la Costa Atlántica como plataforma para sus lanzamientos, promociones y acciones de marketing.

Ferias, museos, catas, presentaciones gourmet, promociones en la playa, regalos en restaurantes e incluso hasta una lotería vitivinícola forman parte de la oferta turística para los que visiten Mardel y las ciudades del Atlántico. Un mar de gente con igual cantidad de opciones. Pero la pregunta egoísta fluye naturalmente… ¿y en el interior?

Si. Mendoza tiene las bodegas, los Caminos del Vino y las atracciones naturales.

Si. La mayor cantidad de consumidores está en Capital Federal y son quienes viajan a la Costa.

¿Ya es tan evidente que a las bodegas sólo les interesa Buenos Aires? ¿O quizás los porteños sólo están siendo conejitos de India para lo que luego llegará al interior?

Es cierto que Mendoza tiene las viñas y los atractivos de la industria, pero también que el 30% de los mendocinos vez visitó una bodega. Y seguramente fue llevando a un amigo de Buenos Aires...

¿Pero esto es así porque al mendocino no le interesa o es porque las empresas vitivinícolas miran tan al Este que se olvidan de invitar a este maravilloso mundo del vino a los consumidores locales? No quiero pensar que a los gerentes de marketing les importa tres pepinos captar al público mendocino. ¿O es porque los encargados de marketing trabajan desde Buenos Aires y se miran el ombligo?

Pero incluso, dejando de lado las diferencias y las billeteras, cuando llega el turista extranjero a Mendoza tampoco cuenta con tantas opciones para disfrutar del mundo del vino como tiene un porteño en la Capital (aunque este es otro tema).

Gloriosa era la década del 80 cuando la cantidad de litros de vino consumida por persona en Argentina era superior a los 75 litros, y sin tanta publicidad ni campaña de promoción. Y si mal no recuerdo, es en la misma época en que comenzó el mito del mendocino bebedor del buen vino.

Quizás esto cambie en algún momento. Mientras tanto seguramente algún co-provinciano que visite la Costa pueda acceder por primera vez a alguna degustación y, cuando vuelva a Mendoza, compre en la esquina de su casa el mismo vino que probó junto al mar.

jueves, 24 de enero de 2008

Los argentinos siguen prefiriendo el vino común

La mayor salida fue en botellas y sin mención de varietal. El consumo interno creció un 1,61% con respecto al 2006. Las exportaciones crecieron un 39,82%.

El Instituto Nacional de Vitivinicultura dio a conocer los datos de las salidas de vino del mes de noviembre para el mercado interno, las cuales se incrementaron un 2,68% con respecto al 2006.

Nuevamente la diferencia estuvo en el fraccionamiento: el 99,75% del vino vendido fue fraccionado, otorgando un valor agregado al producto.

En el informe se muestra que la botella es la preferida para las ventas internas, pero aún se sigue vendiendo mucho vino en tetra y en damajuana, aunque en mucha menor medida.

Pero lo más interesante es que los argentinos seguimos prefiriendo el vino común ya que el 70,2% de los despachos al consumo. Y sólo el 21,22% de los vinos fueron varietales. El espumoso alcanza al 3,75% y los gasificados apenas el 0,97%.

Los datos oficiales quizás muestran que otras provincias están creciendo más que Mendoza, pero si comparamos los volúmenes de elaboración no hay duda que la provincia sigue marcando el ritmo productivo.

Por ejemplo, San Juan creció un 6,66% durante noviembre y Catamarca un 35,97%, mientras que Mendoza lo hizo al 5,21%.

Ahora, San Juan elaboró 148.025,23 hl, Catamarca apenas 3.510,39 hl y Mendoza 832.084,18 hl, es decir, que la provincia norteña elaboró un 0,42% de la producción mendocina.

Crece lentamente el consumo
El Fondo Vitivinícola debe estar contento con las cifras, que muestran resultados positivos gracias a la campaña interna de promoción del vino y los argentinos vuelven lentamente a elegir al vino.

El último informe del INV refleja en noviembre los argentinos tomaron un promedio de 2,75 litros por persona, es decir, un 1,61% con respecto al año pasado.

En septiembre Argentina ganó un 39,82% más … también con el vino común
Además del consumo, el INV difundió las últimas cifras de exportación de vinos argentinos que corresponden al mes de septiembre del 2007, cuando el ingreso de divisas por la venta al exterior de vinos y mostos fue de 66.915.150 dólares estadounidenses, significando un crecimiento del 39,82%, con respecto al mismo mes del año anterior.

El crecimiento también fue en volumen un 24,51% con respecto a septiembre del 2006 y un 21,49% con respecto a agosto del 2007.

“El 58,85% del volumen exportado correspondió a vinos sin mención varietal con 227.950,45 hl, el 39,76% a vinos varietales con 154.004,05 hl, el 1,17% a vinos espumosos con 4.524,00 hl. y el 0,22% a otros vinos con 841,87 hl”, informa el INV, que además muestra que el 53,24 % de los vinos exportados fue de color y el 46,76 % blanco.

En definitiva, el vino común sigue liderando las estadísticas y tanto argentinos como extranjeros, en mayor o menor medida, siguen disfrutando de una copa de vino, sin mirar de qué terroir y cepa provienen.

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"Erres" Bodega Navarro Correas (2007)

Posada Antucura








Abrirá sus puertas al turismo los primeros días de febrero, pero se estuvo preparando durante dos años para ese momento. Lo más llamativo de este lugar es que no estaba pensado como una posada, sino como el lugar de retiro para sus dueños: Anne-Caroline Biancheri y Gerardo Cartellone, quienes soñaban pasar las horas leyendo los 7.500 libros que hoy conforman la biblioteca de Antucura.

Los viñedos están ubicados 1.000 mts. sobre el nivel del mar, en Vista Flores, Tunuyán. Son 100 hectáreas plantadas con cepas de Cabernet Sauvignon y Merlot que fueron traídas de Pomerol (Francia); para luego elegir Malbec, Pinot Noir, Syrah y, por último, Petit Verdot y Cabernet Franc para elaborar sus vinos.

En este momento la bodega exporta el 70% de las 60 mil botellas que produce al año, bajo sus dos únicas dos marcas: Antucura y Calvulcura.

Si querés más información puedes encontrar en la web oficial.
 

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