Se pudre todo

Las lluvias que azotan hace ya meses a Mendoza están afectando la sanidad de las uvas, y ahora, la mayor fiesta turística de la provincia.

El miércoles la Fiesta de la Cosecha tuvo que hacerse sin cosecha… el agua en las hileras no permitió que los invitados a la celebración pudieran pasar por esos caminos virtuosos para cosechar las uvas que luego serán vino.

Pero encima el pronóstico anuncia que esta noche, en la Vía Blanca, y mañana en la Fiesta Central, va a llover. Nada auspicioso para los turistas.

En todo el territorio la uva se pudre en los racimos debido a la gran cantidad de agua, y las curaciones que se realizan no están siendo efectivas, porque en Mendoza nunca se necesitó hacer más que curaciones preventivas, pero no combativas y la mayoría de los enólogos están perdidos frente a estos problemas.


En Europa, sobre todo en Francia, el año que no llueve durante la maduración de la uva es extraordinario. Incluso hay vinos que se elaboran a partir de la botritis que adquiere cada grano.

Por otro lado, en Australia, las últimas dos cosechas se han visto perjudicadas por la sequía, lo que se presentaba como una oportunidad para nuestra producción.

Mendoza, tierra del Sol y del buen vino.

De esa frase ya se fue el astro, y por primera vez en más de dos décadas no se sabe si será tan buen vino.

Se pudre todo. Esperemos que sea una exageración más de argentinos y no una realidad.